martes, 29 de abril de 2014

George Sand


Las escritoras del siglo XIX logran publicar bajo seudónimos masculino, una vez que se supo que se trataba de mujeres ellas seguían su trabajo literario con el alias de hombre que les permitió una labor en el mundo de las letras, aunque su narrativa estuviese centrada en la perspectiva femenina y los modos culturales a los cuales se veían sometidas.
   Aurore Lucile Dupin es el caso de la escritora conocida como George Sand, contemporánea y amiga de Honoré de Balzac, Franz Liszt, Eugené Delacroix, Julio Verne, Víctor Hugo y novia por varios años de Frederic Chopin. Acerca de ella se dijo: “No es hombre, tampoco mujer, sino un ser que piensa” y la pregunta es ¿Por qué no mujer? A qué se debe el cuestionamiento hacia su propio género, no es sencillo entenderlo, esa época fue guiada por ideas acérrimas,  impuestas por los hombres.
    George Sand escribió sin pausa, novelas, obras de teatro, autobiografía, crónica, en ocasiones integra relatos con escenas campiranas en donde la mujer tienen una amplia participación en las intrigas literarias de la época, su escritura muestra momentos de tensión en el mundo burgués y masculino en el cual vivió.
    Para una mujer escritora una publicación literaria le resulta el doble de difícil,  no importa el momento histórico, para George Sand la dificultad fue superada, escribió durante el romanticismo, jamás recibió un reconocimiento por su labor literaria, lo que sí vivió fue un  divorcio que provocó un escándalo social; fumó puros, tuvo amantes, en fin, ejerció su libertad sexual, con ello se vuelve una representante de empoderamiento, causa suficiente para comenzar a  leer su trabajo y admirar  esa postura de coraje ante la vida.


miércoles, 2 de abril de 2014

Una mujer escritora



La niña decide tomar lápiz y papel, se convierten para ella en objetos mágicos que le permiten expresarse, por eso escribe de manera oculta; aunque nunca rechaza la oportunidad de utilizar una servilleta de papel, menos, cuando la urgencia por escribir no permite más demora, ansia florecer la idea en el papel, las palabras disciernen en torno a un mismo tema,  y el universo femenino se deja ver.

     La escritora tiene más dificultades para mostrar su obra, en muchas ocasiones tiene que publicar con un seudónimo, ese fue el caso de escritoras como Charlotte Brontë, Cecilia Böhl, Teresa de Escoriaza, Caterina Albert, Antonia Opisso; Mary Ann Evans fue George Eliot y la célebre Armandine Dupin fue George Sand. La joven entonces se dedica a sobrevivir, sabe que nunca ha sido fácil. El escribir le apasiona, la dificultad le siembra un deseo, y vuelve a redactar.
     
     En este espacio sobre literatura se dedica tiempo a reconocer el papel de la mujer como artista, con la finalidad de hacer un análisis sobre  la recepción de las obras literarias femeninas, así que con el interés de aclarar las preguntas ¿existe la literatura femenina y la masculina? ¿Se debe ignorar el género humano y sólo admitir la existencia de la buena literatura? O ¿en verdad existe una literatura femenina y otra escrita por hombres?
 Qué tal si exploramos las ideas literarias en torno  a la obra narrativa de mujeres, probablemente tendremos elementos para responder alguna  de éstas preguntas, con el fin de que los comienzos de las escritoras sean menos complicados y las niñas no teman escribir. 

Dorothy Parker

  Escritora y crítica estadounidense, importante intelectual de los años veinte, nace en el estado de Nueva Jersey el 22 de agosto de 1893...