martes, 26 de mayo de 2015

Claribel Alegría

Escritora salvadoreña nacida en Nicaragua el 12 de mayo de 1924. Su verdadero nombre es Clara Isabel, la combinación de los dos nombres le fue asignada casi como un presagio por José Vasconcelos, quien al llamarla así también la vislumbró como poeta. De su país natal salió cuando era niña, por tal motivo se considera del Salvador ya que fue el país donde se inició en el mundo de las letras, ahí se identificó con la Generación comprometida, un grupo de escritores que dedicaron su obra artística a la manifestación de su oposición en contra de la  política dictatorial que sometía a su país.
     Ella creció como poeta en ese momento histórico tan particular de América Latina llamado el boom latinoamericano, sin embargo no formo parte de dicho movimiento, su trabajo fue siempre en contra de las injusticias que los regímenes totalitarios implantaron en la región central de América. También trabajó en la traducción de las obras de Robert Graves y publicó otros trabajos donde compartió en coautoría con su esposo Darwin J. Flakoll,  aunque sobre todo su obra cumple con un compromiso político.
     Dicho compromiso fue la característica de ciertas escritoras durante el siglo XX en América, quienes centraron su trabajo en las luchas libertarias usando como símbolos algunos elementos de la naturaleza, como el que empleó en su novela Cenizas de Izalco (coautora) por medio de la cual representó la fuerza de la juventud proclamando justicia, como analogía con la erupción de dicho volcán.
     De igual forma Claribel Alegría es una escritora femenina, no feminista, ya que tienen diferentes características, dado que su escritura femenina hace una proyección de sentimientos por medio de una esfera de representación, no todas las mujeres pueden escribir con esa características, hay quienes imitan los estilos masculinos y quienes por medio de su obra se manifiestan feministas, no obstante ella logra la reinterpretación de algunos símbolos que caracterizan a nuestro género, por ejemplo tomo de “Ars poética”  los versos que dicen:
Yo,
 poeta de oficio,
 condenada tantas veces
                                                               a ser cuervo
 jamás cambiaría
 por la Venus de Milo:[1]

   en ellos es visible la abundancia de significación que viene dada por esa antagonismo que crea entre la poetisa vinculada al fuerte simbolismo del cuervo como animal solitario e inteligente y la bella imagen de mujer de mármol, por lo tanto fría, bella y además sin manos, por supuesto no es nada sencilla la interpretación de las obras femeninas, ya que el texto lírico tiene señales e indicadores que amplían las posibilidades de la comunicación, y sí agregamos los aspectos culturales implícitos en cada género resulta aún más complicado, pues como dice Hélène Cixous[i] “no debemos equivocarnos: hombres y mujeres se encuentran atrapados en una maraña de determinaciones culturales de siglos cuya complejidad los hace casi imposibles de analizar, no se puede hablar ni de la ‘mujer’ ni del hombre sin quedar atrapado en un teatro ideológico”.
     Actualmente Claribel Alegría vive en El Salvador, su obra ha sido traducida a más de diez idiomas y es Co-Fundadora y Presidenta Honoraria de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (ANIDE)  y Miembro del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE). 









[1] http://www.artepoetica.net/Claribel_Alegria.pdf.




[i] Hélène Cixous  nace el 5 de junio de 1937, es una teórica feminista francesa, escritora de diversos géneros, profesora universitaria especialista en retórica. Sus dos textos fundamentales son La risa de Medusa de 1975 y La joven nacida publicado el mismo año.      

miércoles, 20 de mayo de 2015

Rosalía de Castro


Poeta y novelista nacida en Santiago de Compostela un 24 de febrero de 1837, hija natural de un sacerdote y María Teresa de la Cruz Castro y Abadía. Relevante escritora del siglo XIX, precursora de la poesía moderna y representante del rexurdimento gallego que revitalizó la lengua, la cultura y terminó con los siglos oscuros (séculos escuros)  de Galicia debido al empleo de su lengua en la obra maestra Cantares gallegos, por lo cual se ha convertido en un símbolo cultural de esa región.
     Ella enfrentó la ideología patriarcal cuando decidió ir en busca de la autonomía que solo la poesía le brindó. Su trabajo muestra dos características: por un lado  fue intimista, lleno de nostalgia que la llevó al pesimismo, y como todas las grandes poetisas su obra fue en defensa de su cultura. Los principales temas son: los bellos paisajes de la región gallega, el agua, el bosque, el mar y toda la grandeza de las novedades que trae consigo cada estación del año, era como si se hubiera enamorado de todo su alrededor: /Meses de invierno fríos / que yo amo a todo amar/ .[1]
       Pero también  observó las ciudades, los paisajes tan contrastantes, así es como desarrolla el otro rasgo, pues se dolía de la pobreza que en Galicia reinaba en ese momento, la falsedad, la injusticia, la ingratitud, la crueldad y la migración son algunos temas que Rosalía de Castro abordó en su obra que encantaba, y también ponía en tela de juicio las acciones del androcentrismo /y llenara de sombras el cielo / cual lo están sus pensamientos/[2] y así se suman sus reflexivos versos y sus persistentes “sombras”,  elemento frecuente en su poesía.  
      Como poeta modernista fue pionera, pero nunca valorada ni bienvenida en su momento, la mujer no podía destacar en un mundo tan masculino, donde  ya se escuchaban nombres como el de Gustavo Adolfo Béquer, eso no disminuyó su producción literaria, años más tarde grandes escritores la reconocieron como una de las principales voces del modernismo, lo cierto es que su destacada labor en el mundo de las letras muestra para el momento histórico que le tocó vivir una transgresión a las normas sociales, tan sólo superada por su nacimiento, imagínense ustedes ser hija natural de una noble venida a menos y un sacerdote, hecho que supo dejar de lado para darle cause a su hermosa voz interior que cantó y engrandeció la belleza de su entorno, así como también la vileza que inevitablemente estaba presente. Muere el 15 de julio de 1885, a los 48 años, lo último que pidió a su hija fue que la acercaran a la ventana para poder ver el mar, espacio tan evocado en su trabajo poético; la joven lo hizo, a pesar de que, desde su casa no se podía ver. Te invito a leerla, a gozarla, quizá te ayude a liberar tu poética voz.  








    




[1] Versos tomados del poema “Follas novas III”.
[2] Versos tomados del poema “A sus plantas se agitan los hombres”

Dorothy Parker

  Escritora y crítica estadounidense, importante intelectual de los años veinte, nace en el estado de Nueva Jersey el 22 de agosto de 1893...